La Terapia Focalizada en la Emoción es un tipo de terapia basada en la empatía, la aceptación incondicional, la compasión y la sintonización del efecto.

Todo ello construye unas bases, unos cimientos, sobre los que lograr finalmente una relación afectuosa y cálida desde la que trabajar ámbitos como la profundización, el procesamiento, la transformación emocional, la libertad, la autonomía o la individualidad.

La Terapia Focalizada en la Emoción inicia su camino en las propias raíces que anclan y beben de la tierra (de las emociones) y recorre poco a poco el tronco, las ramas y las hojas para acercarse a otros elementos básicos como el aire o el propio sol (concebidas como otras dimensiones más allá de las emociones) para finalmente sintetizarse en la propia savia. 

Es un recorrido que permite crecer y ser el árbol que todos llevamos dentro. 

La TFE busca abordar las emociones de manera que nos permita identificarlas, comprenderlas e incluso modificarlas para promover con ello un cambio emocional positivo que nos permita sanar heridas emocionales, mejorar relaciones y alcanzar un mayor bienestar emocional.

Para ello es imprescindible la creación de un entorno seguro donde el apoyo, la escucha, la empatía y la compasión permitan la exploración de todas las emociones, las conscientes y las inconscientes, de manera que se aprenda a lidiar con ellas y a gestionarlas en el día a día.

Solo una terapia así, basada y enfocada en las emociones, puede ofrecer un cambio duradero y significativo. Un camino cuyos frutos empiezan a verse desde las primeras sesiones y que lleva a un mejor autoconocimiento, mejorando no solo la gestión de las propias emociones sino también de nuestras relaciones.