La terapia familiar está especialmente adaptada a las necesidades y dinámicas de los niños así como a la relación que estos tienen con sus padres o sus cuidadores. 

Es importante entender que los niños pueden tener dificultades para expresar sus sentimientos o sus pensamientos a través del lenguaje, por lo que hay que incluir a la sesión juegos, dinámicas y creatividades con las que conseguir una comunicación efectiva. 

Estas herramientas ayudarán a los niños a reflexionar sobre sus experiencias o sus patrones de comportamiento, aumentando la autoconciencia y la comprensión de cómo sus acciones y reacciones afectan a su entorno. Esto permitirá identificar patrones de conflicto y desarrollar estrategias con las que resolver problemas y comunicarse de manera más efectiva.